Rafael Puyol, Director del Observatorio de Demografía y Diversidad Generacional del IE, impartió el seminario titulado ‘Una Europa sin jóvenes”’, organizado por el Centro de Estudios Europeos del IE y moderado por su Directora Marie-José Garot, el jueves 15 de febrero.
Rafael Puyol puso énfasis en las cifras: hoy hay 25 millones de jóvenes menos en Europa que en décadas anteriores y se prevé que caerá en una proporción semejante en los próximos años. Es más, sin inmigración, la población europea disminuiría a la mitad en 45 años.
Estos datos demuestran que la regeneración de Europa ya no es posible, ya que sería necesario que cada mujer en edad de procrear tendría 2,1 hijos, cosa que a todas luces no sucederá en ningún país europeo, a excepción de Irlanda y Francia. Los datos más inquietantes son los mediterráneos: Grecia, Italia, España y Portugal presentan las cifras más bajas.
Pero esta tónica no es propia solo del viejo continente sino que es una tendencia generalizada a escala global: el número de nacimientos ha disminuido en todo el mundo, aunque en diferentes proporciones.
La solución para la demografía en Europa pasa por la elaboración de políticas de ayuda familiar, que contribuyan a mejorar la situación. No solo medidas monetarias, sino también de conciliación, de ayuda al cuidado de los niños, facilitar el acceso de la vivienda… Las substanciales medidas llevadas a cabo en Suecia y Francia no han hecho aumentar visiblemente la natalidad pero sí han favorecido a que no disminuya.